divendres, 8 de novembre del 2013

El límite laico de la acomodación

Tras el detallado informe de Taylor y Bochard en 2008, el gobierno de Québec reconsidera el interculturalismo. La propuesta de una nueva Carta de Valores tiene como objetivo establecer las pautas de la acomodación y poner un límite a la apertura de la laicidad.

El énfasis está en el rostro, que debe quedar descubierto, tanto el de los funcionarios como el de aquellos que se dirijan a la administración. Se habla del rostro, pero en realidad se está hablando de los signos religiosos ostensivos, como ya hicieron en su momento los franceses. A buen entendedor, pocas palabras, se dirá. Pero, cuando se trata de la ley es necesario motivar ciertas limitaciones. Sin embargo, si se dijera por qué el rostro debe quedar al descubierto, se debería también descubrir cuál es el objetivo de la ley, qué ciudadanos deben acomodarse a la exigencia de laicidad del Estado.

El Estado debe ser secular y quedar separado de las religiones. Ese es el criterio con el que debe aplicarse la acomodación por motivos religiosos. O sea, que se deben tomar en consideración las religiones, sin que estas se inflitren en las instituciones estatales. El deber de acomodación razonable del Estado queda así respetado, sin que esto parezca una claudicación ante las religiones organizadas, ni un abandono de los "valores" del Québec. Una ley de apariencia xenófoba para equilibrar una tendencia multiculturalista a la acomodación. El legislador como equilibrista.




1 comentari:

  1. A veces, una conducta es discriminada por ser religiosa. Otras, precisamente por serlo, no lo es. ¿Puede una mujer musulmana cubrirse la cara al dirigirse a la administración y un partidario de Anonymus no?

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